No tiene pérdida, la fórmula del éxito. Aquí y en China todo el mundo sabe que si quieres ser alguien en la vida y triunfar, debes ser más ligera que una pluma, con curvas y cargarte una buena delantera… Que cuando te trajeron de París la cigüeña se dejó las bubies colgadas en algún abeto… ¿para qué carajo sirve la cirugía estética? Muchachas del mundo, no se preocupen, la solución está al alcance de nuestras manos. Tomen píldoras adelagazantes y sométanse a cirugías. ¡Esa es la solución! Si están gordas y más planas que el horizonte, es porque quieren.
Dantesco ¿verdad? Pues esa es la apuesta de una página web dirigida a niñas de entre 9 y 16 años. Si no nos bastaba con la publicidad de cuerpos Danone, cremitas para las arrugas, cereales que no engordan y tallas cero por todos lados… el intento de convertirnos a todas en unas obsesivas del culto al cuerpo, ataca por Internet a las ligas menores (por aquello de que empiecen jovencitas…pa’ abarcar un poco más de mercado).
Con 268 695 seguidoras (el día que lo revisé, porque un día anterior había inscritas 227 616 personas… para que se den un quemón de su popularidad creciente), la web missbimbo.com, propone un juego virtual en el que gana la concursante que, tras vigilar el peso, la ropa que se van a poner, su salud y la felicidad del personaje virtual, se convierta en la chica más guapa, famosa y rica.
Pero claro, una mujer por sí sola eso no lo puede hacer. Para ello necesita de un novio millonario que la mantenga o ganar un concurso de belleza, opción que también les da puntos, y la única manera de lograrlo es estar más delgada que un fideo, por lo deberá seguir dietas extremas (a saber si el vómito no entra dentro de los parámetros), y someterse a operaciones de cirugía estética para estar más buena que el pan. Hablando de pan y su ricura, si eres una de estas personas que el inglés no le entra ni a cucharadas (como aquí su servidora), al leer el nombre de la página puede evocarle una marca conocida de pan de molde y pensar “¿estarán lanzando una convocatoria para convertirse en la reina de pan Bimbo? ¿ saldrá en un nuevo anuncio?”. Siento frustrarlos… intenté hacer la metáfora panadera, pero no se refiere a eso. Según me soplaron en el oído, bimbo es una forma coloquial para referirse a la chica buenorra y medio dunda (lo que popularmente le llaman “camarón”…rica por fuera pero con la cabeza llena de mierda).
Las usuarias de la página compiten entre ellas y son premiadas con dólares ficticios para poder pagar operaciones quirúrgicas de modificación de senos, cirugía estética facial (nariz, pómulos, boca…entre otros menesteres), pastillas dietéticas, lencería y ropa de moda para salir a bailar.
En 20minutos.es, incluso afirman que para conseguir tan valiosa riqueza, envías un menaje de texto que te cuesta unos dos euros, o tres dólares, o al equivalente a su moneda local… y las concursantes consiguen los “bimbo dollars”…. Es la plata virtual que puede cambiar tu vida.
Esta brillante idea ha sido creada por un joven de 23 años, Nicolas Jacquart, en Francia, junto con un hombre de negocios de 30 años llamado Chris Evans; quién sabe si se cayeron de la cuna cuando eran niños o son tan feos que sólo pagando pueden comprar una pareja. Frente a las críticas de centenales de padres que se han puesto las manos en la cabeza al ver a sus hijas dejar las muñecas para ponerse a hablar de cirugías y aumento de tetas, Jacquart asegura que el juego enseña a las niñas “el mundo real” y que es sólo una diversión inofensiva.”
Este pseudo creador de Tamagochi en red, que convierte a tu Frankeinstein anoréxico en una mascota a la que debes dar de comer, vestir, etc., no recuerda las depresiones que muchos niños sufrieron cuando se dieron cuenta que por su “falta de responsabilidad”, su mascota la había palmado. Lo que para él es el negocio que lo llevará a ser candidato al millonario que espera la flaca chichona que quiera casarse con él, no piensa en lo que puede impactar a las niñas y jóvenes que están vulnerables a sufrir trastornos alimenticios y emocionales.
Con esto no se trata de satanizar los videojuegos, debemos aprender a separar la ficción de la realidad. Pero también ser conscientes del público consumidor de esta página, su edad y la presión social en la que están sometidos. ¿Cuántas veces la realidad nos ha escupido en la cara?